Tenia 4 años y murio llorandoEl crimen sucedió en San Luis. La menor vivía con su padrastro y la pareja de él, que son los principales sospechosos (la madre la había abandonado). La nena presentaba golpes en el rostro y quemaduras de cigarrillos en las manos
Recostada en una cama de una plaza, en medio de un desorden que se notaba prolongado, una nena de sólo cuatro años entregaba, fallecida, todos los indicios de los maltratos a los que fue sometida en los últimos seis meses.
Cabellos arrancados, una parte del labio destrozada, los dos codos luxados, quemaduras de cigarrillos en los pies y en los brazos, el cráneo hundido y la nuca salida de lugar por los zamarreos permanentes les decían a los investigadores del maltrato crónico que sufrió la nena.
Rubiecita, de cuerpo pequeño, muy mal alimentada y con una higienización casi nula, Guadalupe Rebecca Di Falco se murió llorando por el sufrimiento. Si hasta los policías le tuvieron que secar las lágrimas que todavía titilaban en sus ojos cuando la descubrieron.
El asesinato de la nena se produjo ayer en el interior de una humilde casa de Los Inmigrantes al 1500, entre Almirante Brown y Ejército de los Andes.
Las certezas son que murió a causa de los golpes que le proporcionaron durante la mañana, pero que no eran infrecuentes en la vivienda.
El rostro de la menor era una gran inflamación rojiza, con señales de golpes en la boca y una parte del labio arrancada. Un policía que participó de la investigación aseguró que las lesiones de la nena eran tanto de vieja data como recientes.
Pero la enumeración de lesiones tiene un dato aún más inquietante: Guadalupe ya tenía el himen roto a causa de las constantes violaciones a las que era sometida.